Persona X
Hace unos días hablaba con un amigo, que tiene mucho tiempo para charlar sobre temas irrelevantes al igual que yo. Pusimos el caso de una persona X (son varias, en realidad) que comenta absolutamente todo en diferentes redes sociales, grupos de chat, perfiles de usuarios, noticias de medios pedorros colgadas en la red. Además, esa persona X sube fotitos cada dos por tres mostrando su vida, ya sea un embole o de lo más emocionante. Todos tenemos algo de persona X, pero por suerte no todos somos esa persona X.
Tras un divertido debate, llegamos a la conclusión de que la persona X es un chabón que vive con el celular en la mano, ve el mundo a través de esa pantalla de unas pocas pulgadas, tiene sexo solo en caso de querer reproducirse (aparentemente la persona X solo puede ser heterosexual), las tramas de las películas y los libros se mezclan con los chats sobre dónde comprar yerba mate en alguna isla de Tailandia que visitó hace años; que su vida es tan suya como un artículo de Wikipedia lo es de su creador.
Además de chatear, postear, dar consejos sobre cómo preparar el mejor café con leche y medialunas para sorprender a tu pareja o debatir acerca de un telescopio hecho en China en un grupo de WhatsApp, la persona X debe trabajar.
La persona X es adicta al multitasking, es un intento humano de Brainiac 5, es ese amigo que nunca pasó un fin de semana leyendo a Proust sin responderte los mensajes o se colgó con una serie alemana y se olvidó del mundo. Es el amigo que invitaste a tomar mate y se la pasó enviando mensajitos cuando vos te intentabas confesar.
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