Discusiones
Discute, habla, combate con la labia, pero no llegues a las manos, los puños, las cachetadas o trompadas. El que pega primero es el homínido menos evolucionado. En la vida hay que guerrear sin poner la vida —propia y ajena— en peligro. Lucha, pero nunca para ganar una discusión. Ese esfuerzo es de necios. Una discusión ganada no significa absolutamente nada. En las discusiones acaloradas no se cimentan las leyes que rigen al cosmos. Aquel que gana las discusiones con mayor frecuencia, muy frecuentemente se equivoca.
Pelea.
Oh hermano.
Oh hermana.
Pelea.
Ganará el peor.
Pero pelea.
Pelea.
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